¿Cómo eliminamos el dolor?

                                                   Existen dos modos de hacer terapia para eliminar el dolor. 

Terapia convencional

Mejorando el estado de los tejidos

La historia de la medicina ha demostrado una constante evolución mediante los avances y descubrimientos científicos de cada época, y son innumerables las técnicas que han evolucionado durante el tiempo para lograr resolver los desafíos clínicos a los que se ha enfrentado la medicina, desde el descubrimiento de los gérmenes y bacterias en el siglo XVII, las vacunas en el XVIII, la genética en el XIX o la penicilina en el XX. Todo ello ha permitido que las terapias con células madre sigan el testigo como la gran aportación del siglo XXI y abran paso a la nueva medicina.

Una infiltración no es más que la inyección de un sustancia, normalmente analgésica, en el interior de un tejido o articulación.


Se utiliza para mitigar o eliminar el dolor en distintas zonas del aparato músculo-esquelético, es una técnica poco invasiva y con un mínimo, aunque no inexistente, riesgo de infección.

Sirve para tratar artrosis avanzadas y dolorosas, consiguiendo una gran reducción en el dolor.

Un bloqueo de nervio es una inyección para disminuir la inflamación y "apagar" una señal que causa dolor a lo largo de una distribución 

Provocar la regeneración de los tejidos

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es un tratamiento de última generación, biológico y autólogo, que parte del centrifugado de la sangre venosa. Consiste en separar las plaquetas del resto de los componentes sanguíneos y, al ser activadas, liberan los factores de crecimiento, que tienen un poder regenerativo a nivel óseo, muscular y tendinoso.


Gracias a estos avances, es posible la Medicina Regenerativa con terapias celulares, que abarca multitud de especialidades médicas y se presenta como la gran revolución del siglo XXI. En parte, como resultado de los descubrimientos de la biología celular y molecular realizados durante los últimos 50 años y, sobre todo, con la comprobación de la potencialidad y seguridad de las células madre adultas, se podría decir que la medicina ha evolucionado más en los últimos 20 años que los 20 siglos anteriores.


Todo esto ha originado una medicina más natural, eficaz y eficiente que potencia los mecanismos de reparación tisular en detrimento de los de reparación que han prevalecido hasta hoy. La Medicina Regenerativa ofrece la capacidad de mejorar y restaurar los tejidos lesionados, tanto por enfermedades como por traumatismos. En este sentido, la obtención de células mesenquimales adultas representan el gran avance clínico-científico del siglo XXI. Su efectividad y seguridad se ha demostrado ampliamente en muchos campos de la medicina.


La proloterapia es una técnica poco conocida, utilizada desde hace más de 50 años por médicos alópatas y osteópatas. Consiste en inyectar en la zona lesionada una sustancia irritante que destruye el tejido dañado y provoca una inflamación aguda, de esta manera el metabolismo de la célula se activa y reinicia la fase de curación, es decir se inicia un proceso proliferativo de células nuevas.


Pese a su desarrollo hace más de medio siglo, la proloterapia es una terapia aún poco conocida por la población general y por los especialistas, poco familiarizados con su eficacia y seguridad. Desarrollada en Chicago, en la década de los 50’s por el Dr. Hackett, fue posteriormente seguida por el Dr. Hemwall en los 70`s y el Dr. Hauser en los 90’.


Consiste en inyectar en la zona lesionada una sustancia irritante. La solución estándar es la mezcla de Dextrosa, lidocaína, y solución salina al 0.9% para lograr diluciones del 10% al 50% que en todo momento se decidirán tras la valoración clínica de cada paciente. En ocasiones se pueden agregar otras sustancias, sales o vitaminas.


La dextrosa está aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) como una sustancia regeneradora de elementos que contengan colágeno desde el año 2009. Actúa fortaleciendo o regenerando estructuras dañadas mediante la proliferación de células, reduciendo o eliminando el dolor, mejorando el movimiento y la función. En estudios científicos se ha demostrado también que podría producir regeneración del cartílago, meniscos y discos intervertebrales.


La Proloterapia estimula a nuestro sistema inmunológico para que alivie la zona dañada.


 

¿Qué patologías tratamos?

  • Condropatías, osteocondritis y artrosis.
  • Lesiones ligamentosas: esguinces agudos y crónicos.
  • Lesiones tendinosas y musculares: roturas, tendinitis, tendinosis, calcificaciones intratendinosas.
  • Retardo en la consolidación de fracturas óseas o necrosis óseas.
  • Fascitis plantar.
  • Entesopatías, bursitis, rodilla de saltador, trocanteritis.
  • Roturas musculares agudas o crónicas : fibrosis y adherencias.
  • Hematomas encapsulados.
  • Quistes sinoviales.