Nos basamos en la ecografía como principal prueba diagnóstica.
La ecografía, conocida como el fonendoscopio del traumatólogo, está revolucionando en todo el mundo, la manera de ejercer la traumatología. Sus ventajas son claras y diversas:
- No tiene efectos secundarios ni produce radiación.
- Proporciona una visión directa al interior de nuestro cuerpo.
- Detecta de forma instantánea lesiones tendinosas, musculares, ligamentosas, o incluso óseas.
- Permite una exploración dinámica de la estructura a estudiar.
- No impide la comunicación directa con el paciente durante la exploración.
- Resulta mucho más barata que una resonancia magnética, dando en muchas ocasiones la misma información o incluso más precisa.
- Sirve de guía para la aplicación de tratamientos de forma precisa sobre el área lesionada (infiltraciones, o incluso cirugía).
Como contrapunto, tiene la desventaja de que su eficacia depende enteramente de la experiencia y pericia del profesional que la realiza. Como ocurre con una cirugía, no todos los profesionales la realizan de la misma forma ni obtienen el mismo resultado.