Los alimentos no son solo nutrientes, también son momentos de compartir, fechas que celebrar y el puro deseo de querer degustarlos. Por eso, hay productos como los helados que son especiales, que gustan a todo el mundo y que nos transportan a momentos de felicidad.

Ojalá el helado fuera un producto de alto valor nutritivo y su consumo tuviera cabida en un patrón dietético saludable. Pero no es así... Los helados comerciales son productos ultraprocesados que contienen altos niveles de azúcares y grasas de pésima calidad. Es por ello que se recomienda consumirlos de manera muy ocasional.

No obstante, para días en los que apriete el calor, podemos hacer una excepción y elaborar polos caseros -y saludables- a base de ingredientes naturales. ¡Tomad nota de las sencillas recetas que os enseñamos!